En el 2008 llegó temprano el carnaval, a finales de enero, casi lo juntamos con el turrón. Y primer año que conseguimos el banderín que nos proclamaba campeones con nuestros relojes de cuco.
Uno de los símbolos de la ciudad, como es la uva, celebraba el enlace en el 2008. La uva tinta y la uva blanca contraían matrimonio entre espuertas y vendimiadores.
El popular concurso se realizaba un año más en la plaza de toros a la cual fuimos invitados a participar. La furia naranja arrasó con los gladiadores indecisos.
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